
Una carretera muy conocida.
Cuando circulamos por tramos de vía que nos son muy conocidos, fácilmente podemos relajar nuestra atención a las situaciones del tráfico. Esta falta de atención puede provocar un accidente.
También favorecen las distracciones la baja luminosidad, por ejemplo circulando de noche, o una situación de tráfico excesivamente compleja.