
Limpiar y abrir las vías respiratorias.
Para realizar la respiración boca a boca el primer paso consistirá en asegurar que la vía aérea del herido sea permeable, es decir, que los conductos que permiten que el aire circule desde la boca y la nariz a los pulmones no se encuentren obstruidos.
Esto lo podemos hacer con la maniobra frente-mentón: con una mano elevamos la barbilla ligeramente y con la otra empujamos la frente hacia atrás suavemente.
La causa más frecuente de obstrucción de la vía aeréa es la caída de la lengua hacia atrás.