
Elemento luminoso o reflectante que pueda verse a una distancia de al menos 150 metros.
Fuera de poblado, entre el ocaso y la salida del sol o en condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad, todo peatón cuando circule por la calzada o arcén, deberá ir provisto de un elemento luminoso o retrorreflectante que pueda verse a una distancia de al menos 150 metros.